La Organización Mundial de la Salud (OMS) ubicó a México en el primer lugar en muertes por rayos, con alrededor de 223 decesos por año.
Las tormentas representan un desafío particularmente difícil en la vía. No sólo el pavimento se pone resbaladizo, sino que hay que batallar con los vientos, y la visibilidad disminuye.
El alcance de un rayo puede ser mortal. Su impacto es tan brutal que una descarga eléctrica podría dar lugar a graves quemaduras externas e internas, así como a arritmias, graves problemas cardíacos o a la pérdida de algún miembro.
La Asociación Nacional de Normalización y Certificación del Sector Eléctrico (ANCE) indica que entre 2011 y 2015, este fenómeno natural dejó más de 12 mil heridos.
En caso de verse en medio de una tormenta al volante de un automóvil es importante mantener la calma y seguir algunos consejos que te damos a continuación.
No bajar del coche, cerrar las ventanillas y apagar la radio son las tres recomendaciones básicas para los automovilistas que se encuentren con tormentas eléctricas este verano. Si circulamos dentro de una ciudad será bastante difícil, por no decir casi imposible, que nos alcance un rayo, pero no ocurre lo mismo si vamos por la carretera, lejos de la ciudad.
Los rayos pueden transportar corrientes de 30,000 amperios de intensidad y 800,000 voltios de tensión y generar una energía en forma de calor de unos 8,000 ºC, aunque, en líneas generales, el interior de nuestro automóvil es un lugar seguro para hacer frente a una tormenta. Sobre todo si se sigue una serie de consejos básicos como apagar la radio y cerrar las ventanillas.
Además, si nos detenemos, será mejor hacerlo en un lugar seguro, alejado de vallas metálicas, objetos altos y afilados como árboles, tendidos eléctricos, postes o antenas, y permanecer dentro del coche procurando no entrar en contacto con las partes metálicas de nuestro auto.
En verano, las tormentas eléctricas acostumbran a venir acompañadas de lluvias que, en muchos casos, pueden ser de gran intensidad. Por ello es necesario asegurarnos de que nuestro coche está en perfecto estado de mantenimiento. En este sentido, las tormentas pondrán a prueba de manera especial los elementos de nuestro automóvil implicados en proporcionar una adecuada visibilidad bajo la lluvia, y más concretamente revisar los limpiaparabrisas y el sistema de iluminación de nuestro coche.
Unos limpiaparabrisas en mal estado o desgastados no realizarán un adecuado barrido de la lluvia sobre el parabrisas del automóvil, y tendrán dificultades para desalojar, sobre todo si la tormenta es intensa, comprometiendo por lo tanto la visibilidad. Por todo ello, no hay que olvidar la revisión de los limpiaparabrisas cuando llega el verano, asegurándonos de que la parte de caucho que entra en contacto con el parabrisas se encuentra en buenas condiciones y recorre la superficie de nuestro parabrisas de forma correcta y sin hacer ruido.
Te recomendamos cambiar este elemento al menos una vez al año, ya que no solo el uso, sino agentes externos como el los rayos del sol, hacen que la parte de caucho se estropee y pierda sus propiedades.
Otro de los elementos que debe de estar en adecuadas condiciones es el sistema de luces y direccionales. En medio de una fuerte tormenta, cuando la falta de visibilidad hace recomendable detener el coche, no debemos olvidarnos de señalizar adecuadamente nuestra posición haciendo uso de las luces del coche, que deben funcionar correctamente cuando las necesitemos.
Un sistema de frenos en perfecto estado, y unas llantas con la presión y dibujo adecuados nos ayudarán a afrontar con seguridad nuestro trayecto si nos sorprende una tormenta este verano. Adaptar la velocidad a las condiciones de visibilidad, el tráfico y las peculiaridades de las carreteras evitando realizar maniobras bruscas e incrementando la distancia con el auto que nos precede para adaptar la frenada a un pavimento mojado, son otras de las recomendaciones para los conductores que este verano se puedan ver sorprendidos por una tormenta. Por extraño que resulte, un automóvil es uno de los mejores sitios para guarecernos de una posible descarga eléctrica. Por lo que si nos encontramos en el campo en mitad de una tormenta, lo mejor será meternos rápidamente en nuestro vehículo y cerrar las ventanillas. Los coches cerrados son un seguro de vida, y no por el aislante de las ruedas, sino por el llamado efecto «jaula de Faraday», que hace que la electricidad se derrame por las superficies metálicas exteriores y no afecte al interior. Así que ya sabes, si tienes un coche cerca, métete y espera allí a que pase la tormenta lo más tranquilo que puedas.